miércoles, 27 de agosto de 2014

Una triste realidad en muchas parejas...


"No es a ti a quien quiero,
sino a la sensación que me produce quererte"

jueves, 14 de agosto de 2014

Masaje

En términos generales podríamos decir que a través del toque y del masaje como terapia se busca restaurar la pérdida o la disminución de la capacidad de auto-regulación vegetativa del organismo a través de la liberación de la energía vital y del potencial creativo.
Particularmente tengo necesidad de usar mis manos. El trabajo con las manos es hasta hoy el remedio más natural en cualquier forma de terapia. El tocar implica un tipo de relación y de vínculo, emocional, físico, energético y psiquico. Por un lado, una forma de conocer al otro, escuchar sus tensiones y bloqueos, sus pulsaciones y vibraciones, sensibilizar su cuerpo y estimularlo. Por otro lado, una forma de poner mi mente y mi corazón en disposición de "dar" todo de mí.
Una mano puede devenir diversas cualidades: ser testigo, intermediaria, puede producir dolor, puede descargarlo, puede ser atravesada por el dolor, puede aliviarlo…puede generar bienestar y placer…
Al tocar soy tocado. Una caricia se convierte en un diálogo mudo, que no requiere de explicaciones. Simplemente es.

martes, 12 de agosto de 2014

Una experiencia...

         Hace apenas unas semanas que tuve en la consulta a una mujer, de unos 40 años de edad -esto es relevante- que venía para unas sesiones de masaje terapéutico de espalda. Eso era lo que en un principio me comentó, aunque no sabía muy bien que tipo de masaje o terapia sería la más adecuada para ella. Cuando me comentó un poco su problema, quedó bastante claro que no era un problema puramente físico, aunque las consecuencias si lo fueran. El verdadero problema era emocional, sobretodo de auto-estima...

       Llevaba casada unos 15 años y algo no iba muy bien en su relación de pareja. Se habían estancado en ella y la monotonía del día a día estaba haciendo mella en ella. No se sentía apreciada por su pareja ni este mostraba deseo por ella. Y se sentía ya vieja, sin valor y sin ilusiones que desarrollar. La estuve escuchando durante largo rato, observándola atentamente, prestándola toda mi atención. Poco a poco se fue derrumbando hasta que rompió en un profundo llanto, cargado de angustia y tristeza. No dudé en abrazarla...

       Cuando volvió otra vez a la calma, se sintió como avergonzada. Traté de explicarle el tipo de terapia que le vendría bien para su situación. Pareció comprenderlo y asintió con la cabeza. Haríamos un masaje psico-sensitivo para empezar y luego, según la reacción, pasaríamos en otra sesión a un masaje taoísta completo. Lo importante era volver a re-establecer el equilibrio emocional. A recuperar la auto-estima y a valorarse como mujer, como persona.

        La primera sesión trancurrió como tenía previsto. Para ella era la primera vez que se hacía un masaje de este tipo, que implicaba el trabajo con las emociones. Cuando finalizó la sesión, era literalmente otra persona. En su rostro se reflejaba una luz que antes estaba escondida, cohibida y reprimida.

    Cuando, pasada una semana acudió a la segunda cita, su aspecto había mejorado bastante, aunque anímicamente estaba un poco baja y algo nerviosa. Era el proceso normal en este tipo de problemas. Nos sentamos a charlar un momento, para que me contara como se sentía y para repasar los detalles que implicaban el masaje taoísta. Todo debía ser perfectamente comprendido y aceptado.

        Finalmente iniciamos la sesión, con todos los preparativos necesarios para tal efecto; Luz, temperatura, música, aceites y demás... Antes de empezar con el masaje propiamente dicho, nos sentamos frente a frente y le tomé las manos, cerrando los ojos, mientras le decía que simplemente respirara profundo y se dejara llevar por lo que sintiera en cada momento. Luego comenzamos con el "ritual" del masaje tao...

      La sesión duró casi dos horas y media, en las que desperté en ella todo tipo de emociones y sentimientos. De alguna manera logró abrir la coraza del corazón y expresar sin miedos lo que sentía, toda su tristeza. Logró romper la barrera de su miedo a sentir su propio cuerpo y a no reprimirlo. Pudo sentir su excitación y dejarse llevar por ella, sin miedo, sin tabues ni culpabilidades. Estuvo llorando, pero creo que fue de pura alegría...Se sentía más viva que nunca...

      Fue una experiencia muy intensa, incluso para mí, que estoy acostumbrado a ello, y que le permitió iniciar un cambio en la actitud de su vida. Es un claro y significativo ejemplo de cómo unas sesiones de masaje bien desarrolladas, pueden hacer cambiar el rumbo de las personas con problemas. Incluso de aquellas que, en apariencia no los tienen.

    Un masaje es una experiencia maravillosa, si uno es capaz de dejarse llevar por las sensaciones y emociones del momento y aprende a no reprimirlas.


miércoles, 23 de julio de 2014

Abrazos...


¿Qué es el placer?
El placer es una orientación natural del ser humano, buscamos placer desde que nacimos, y esta búsqueda no ha cesado a través de toda nuestra vida. Esta es una condición natural de nuestra naturaleza humana, pues la vida se crea, crece y se transforma gracias a que, debajo de todo, esta un silencioso impulso por encontrar placer.

El placer y la libertad de expresión
Hay muchas formas de definir lo que es placer, pero podríamos resumir que, debajo de toda búsqueda de placer, esta la necesidad de sentir libertad, la libertad de poder ser lo que queremos ser. Si. Uno de los mayores placeres del ser humano es ser amado así como es, sin tener que ser algo en particular, sin tener que guardar la compostura ni estar sujetos a condiciones, imposiciones, leyes, opiniones, temores, etc.. Ser amado por  lo que uno es, es una de las grandes necesidad, dificultades y conflictos de la mayoría de las personas, en unas se acentúa más esta necesidad, sobre todo en aquellas personas que, mientras crecieron, fueron condicionadas por su medio a que uno sólo podía ser amado si hacía tales o determinadas cosas y, cuando no se cumplían las expectativas o exigencias de los de “allá afuera”,  entonces se encontraba la mayoría de las veces rechazo, indiferencia, castigo o regaño. Con este tipo de conductas se afianzó la idea de que el amor era algo que se debía uno de “ganar”, pero no sólo eso, sino que era algo que además ponía en riesgo, porque ir por el o pedirlo, solicitarlo o demandarlo podía desatar una conducta contraria a la que se esperaba, dando como resultado el dolor.

Sexualidad y placer
La sexualidad es algo que se asocia casi inmediatamente con el placer.  Y mucho de lo que aprendimos acerca de cómo recibir y dar amor de pequeños, influye poderosamente en la forma en como vivimos y experimentamos la sexualidad y las expresiones físicas de afecto. Acercarnos a otro ser humano (y dejar que se nos acerquen) no siempre resulta fácil porque en el fondo, existe muchas veces le temor de ser rechazado o de crear una situación que aleje o disguste a la pareja. Pero además, esta el temor de “tomar de la vida” eso que queremos, no abrimos ni estiramos  los brazos con facilidad, no suavizamos el toque de las manos ni de la mirada, estamos como en guardia, a la defensiva, los hombros y el cuello tensos, las manos y sus articulaciones rígidas (aunque muchas veces no lo notemos), la mirada alerta, fría,  distante, todo de alguna forma calculado, “no se puede perder el control”.

Todas estas posturas corporales revelan, en el fondo, lo que se ha aprendido del amor: que es una estrategia, que debemos de mantener la imagen y comportarnos, que hay que ser y decir determinadas cosas: que hay que cuidarse. ¿Qué hay en el fondo de estas actitudes? El temor de mostrar lo que verdaderamente se siente y se es, porque, entre otras cosas, esto pone en riesgo del dolor.  El problema de todas estas defensas corporales, que resultan como una armadura en las personas que tienden a ser muy rígidas, inflexibles y poco sensibles, es que  no permiten que se disfrute plenamente ni de las relaciones con las personas ni de la plena sexualidad.

¿Cómo empezar a ser afectuosos?
Intentando abrazar y acariciar, poniendo en la mirada lo que realmente siente el corazón. ¿Cómo? Intentándolo. El problema de empezar a abrazar, acariciar o poner en la mirada nuevos sentimientos es que, cuando nunca se ha hecho, uno puede llegar a sentir timidez, resistencia, vergüenza, ridiculez: incluso ansiedad. ¿Por qué? Primero, porque intentar algo nuevo, sea lo que sea, siempre es un reto para la mente, la cual esta habituada siempre a funcionar bajo los mismos hábitos, conocimientos y comportamientos, porque eso es lo que la hace sentirse segura, es lo que sabe hacer. Segunda, porque como se explicó, se esta arriesgando uno a perder, y perder no es algo que suene atractivo para muchas personas.

Sin embargo, si uno no lo intenta, jamás uno podrá comprobar las sensaciones tan placenteras que se empiezan a liberar cuando uno empieza a estirar los brazos, por ejemplo, para llegar a acariciar una mejilla, o como de pronto “crece” y se “alza” el corazón cuando se estrecha un cuerpo fuertemente, para luego soltarlo y volverlo a estrechar. ¿Por qué hay tanto placer en estas acciones de acercamiento?  Porque en el abrazo, la caricia o la mirada honesta, sincera y amorosa, está uno de los mensajes más poderosos de aceptación incondicional. Tanto darlo como recibirlo es empezar a conectar el corazón con la periferia del cuerpo, y el cuerpo con el mundo, es una forma de empezar a entablar un contacto emocional con lo que nos rodea. Y esto es, lo que a final de cuentas, más anhela un corazón distante: sentir que está conectado a su corazón: que tiene vida.

Aunque estas formas de acercamiento pueden ser una suave invitación al amor sexual, no siempre tienen que tener este destino. El poder de los abrazos y demás muestras afectivas bien se pueden hacer su efecto en los hijos, los amigos, animales, etc. Se podrían ahorrar sin duda muchas consultas a psicólogos e incluso muchas enfermedades y doctores (pues estas actitudes tienen efectos curativos) si uno se obligara a abrazar y acariciar ya sea con las manos, la mirada o la palabra con más corazón cada vez, hacerlo sin un propósito en particular, vencer la barrera de resistencia que pudiese existir al principio y decirlo o hacerlo así como se siente, y si no se siente, obligarse un poquito, sabiendo que el principal regalo de amor es para nosotros mismos.  

Quienes durante sus primeros años de vida no han recibido caricias de sus padres son más propensos a tener dificultades para dar o recibir afecto, a mantener una postura corporal rígida y a ver limitada la expresión de su emotividad. 

Son personas que cuando llegan a la adultez tienden a evitar el contacto físico con los demás, a verlo inapropiado o incluso ?sucio? Tienden a ser personas distantes, ?frías? Personas que también tienen dificultad para sentirse queridas y aceptadas por quienes les rodean.

?Para crecer, desarrollarnos y sobrevivir, los seres humanos necesitamos del contacto con otros seres humanos, a través del afecto, la ternura, la caricia, la mirada, la palabra o los gestos. Devenimos personas gracias a la caricia, el cuidado, el afecto, la atención, la compasión y la gratitud, que damos y recibimos?, señala Maite Artiaga, que imparte cursos de ?Relaciones sanas y conscientes? y ?Educación emocional?. 

Algunas investigaciones, señala la experta, han demostrado que la falta de caricias, puede provocar en el bebé un retraso en su desarrollo psicológico y una degeneración física que incluso le lleve a la muerte a pesar de tener el alimento y la higiene necesarios para sobrevivir. 

Cuando no recibimos una cantidad mínima de caricias entramos en un proceso de enfermedad. Y esto es válido a cualquier edad. 
Los abrazos conscientes son uno de los mejores antídotos para sanarnos. ?Al abrazar, se liberan los sentimientos y se comparten, se involucra una gran parte del cuerpo y las personas se envuelven mutuamente, dejando en segundo plano los pensamientos, para disfrutar de esa manifestación de confianza, afecto y entrega: en definitiva: amor?, según Artiaga. 

Tocar y ser tocados es un arte que se aprende con la práctica. Cuanto más habitual resulte, mejor podremos distinguir el toque tierno y cariñoso del curativo, del consolador, del que nos transmite seguridad o de ese otro contacto de carácter abierta o provocativamente sexual. 

Tocar y ser tocados es una necesidad física y emocional, cualquiera que sea nuestra edad. La rigidez facial, la ausencia de sonrisa, la hostilidad, la falta de apertura y espontaneidad podrían tener que ver con el denominado ?hambre de piel?, según algunos expertos. 

El ansia de contacto es un apetito emocional que necesita ser saciado, un deseo que debemos intentar satisfacer, para sentirnos bien, confiados y seguros, aunque siempre respetando al otro. Si el respeto y el sentido de la medida acompañan a la caricia, el apretón de manos o el abrazo, difícilmente el destinatario se sentirá incómodo, invadido o confuso. 

La mejor manera de expresar afecto, solidaridad, cercanía, cariño, es tocando al otro. Así, mediante la comunicación corporal, le hacemos saber que nuestro cuerpo siente lo mismo que comunicamos con palabras o gestos."

Y es que las caricias no son importantes sólo en la infancia, sino en cualquier etapa del ser humano; se han observado casos de somatización, es decir, las personas que presentan un cuadro de enfermedad física que en realidad proviene de un malestar psicoafectivo, esto se da netamente a nivel inconsciente con el objetivo de buscar aprobación de su entorno, las personas no lo hacen a propósito, y presentan síntomas reales. El reconocimiento de la existencia es básicamente lo que motiva a la humanidad a seguir adelante, a vivir con carisma, por tanto las caricias (toques, cariños y estímulos) son la unidad de reconocimiento humano.
Una forma de recibir caricias es actuando, ya que las personas valoran más el hacer que el ser, así pues según los comportamientos las personas hacen caricias condicionales por “hacer”, existen las caricias positivas por hacer lo correcto y las caricias negativas (reclamos, reprensión) por hacer lo equivocado. Asimismo cuando un niño no recibe caricias positivas, comenzará a probar conductas hasta que descubra aquellas que los padres aprecian, aprendiendo a manipular el ambiente para conseguir la atención y caricias necesarias, porque es una necesidad ser reconocido y amado. Un punto importante es que nuestra forma tradicional de relacionarnos estimula mucho más los comportamientos patológicos que los comportamientos sanos, dado a que usualmente se tienden a realizar más caricias negativas que positivas.
Es por ello que los mensajes recibidos en la infancia son esenciales para la construcción de la personalidad, pues las persona termina interiorizando y obedeciendo lo que los padres han reforzado por medio de caricias, las positivas estimulan conductas adecuadas y del mismo modo las caricias negativas refuerzan conductas inadecuadas, éste último puede ejercer una auto-limitación de la persona respecto a la forma de verse a si mismo, generando como consecuencia una baja autoestima.
Es común en algunas de nuestras familias de generaciones pasadas (incluso actuales), el uso mínimo de caricias en sus hijos, algunas veces las demostraciones de afecto se dan por medios materiales, el hecho notorio es que cuando una persona no recibe caricias, se acostumbra a no darlas, convirtiéndose en una persona como muchos dirían “seca”, que se le dificulta considerablemente demostrar sus sentimientos y comunicarse; hay que tener cuidado porque éstas personas al no demostrar lo que sienten, no aprenden a resolver problemas en el instante que surgen, pueden reprimirse y tener graves consecuencias, para si mismos y para personas cercanas.

Lo ideal es que los miembros de la familia aprendan a comunicarse, a dar amor exigente y responsable, romper con las cadenas de las generaciones pasadas, la idea es cambiar el mundo y ser felices ¿no?, y que mejor idea que comenzar en casa, así que converse con sus hijos calmadamente explicándoles lo que han hecho inadecuadamente, baje el tono de voz (el gritar no le da más autoridad), y consiéntalos siempre, no solo cuando hagan cosas buenas, porque el amor es incondicional y la familia es el pilar de la sociedad; tal como dicen, ¡todo viene de casa!.

lunes, 26 de mayo de 2014

Masajes sensitivos

Durante el mes de Junio y Julio, 
ofrecemos sesiones de 
MASAJE SENSITIVO COMPLETO 
a un precio excepcional.

Consulta horarios y precios.

características:
duración: 90 min.
en camilla
con aceites esenciales
personalizados

telf/ wsp: 607 65 82 00

viernes, 21 de marzo de 2014

MASAJE Y EMOCIONES

Nuestro ajetreado ritmo y estilo de vida, produce sin duda alguna situaciones de estrés , tanto físico como emocional, que muchos, la mayoría, no sabe manejar. Está ya demostrado que la somatización de tanta tensión emocional y psiquica genera cuadros de enfermedades llamadas psico-somáticas. Personalmente creo, y la medicina tradicional china lo corrobora así, que casi todas las enfermedades son generadas desde ese mecanismo que tiene nuestra mente.

Nuestros pensamientos generan emociones, y dependiendo de si estos son positivos o bien negativos, nuestro cuerpo físico reaccionará en consecuencia. Una persona que este todo el día en constante tensión, por trabajo, por problemas de cualquier tipo, tenderá a generar emociones negativas y esto, a su vez, incide a nivel celular y energético sobre el cuerpo físico. Así es como la ira puede dañar el hígado, o el miedo a los riñones, etc.

Nuestro estado emocional, surgido desde los pensamientos erráticos e incontrolados, determina nuestro estado de bienestar, tanto mental como físico. Y eso sin duda genera una mala calidad de vida...

Pero este proceso se puede invertir, por supuesto, a través de la generación de pensamientos positivos, algo que no es nada fácil, pero muy lejos de ser imposible. Y para ello hay diferentes métodos, sin duda interesantes de investigar y aplicar. Uno de ellos, es aprender a meditar. Hay multitud de técnicas al respecto, como Vipassana, Mettabavana, Mindfullness, etc.



Y otro camino, es el trabajo con nuestro cuerpo. Aprender a sentir nuestro cuerpo, a escuchar sus reacciones, es primordial... Y sin duda alguna, uno de los mejores métodos es el masaje. Pero no hablamos aqui de las técnicas terapéuticas -que en el fondo este término aglutina todas las terapias- , sino del tipo de masaje generalmente denominado sensitivo, es decir, con el objetivo de relajar el cuerpo y la mente. En este grupo entran muchas técnicas, la mayoría originarias de oriente, como el Masaje taoísta integral, el tántrico, el msje Nuru, etc, y otras resultado de mezclas de conceptos, como el Sensitivo, el Californiano, etc.

Las sensaciones que se pueden experimentar durante una sesión de masaje de este tipo pueden ser muy variadas y profundas -dependiendo de la habilidad e implicación, tanto del masajista como del receptor- y nos pueden llevar incluso a percepciones extrasensoriales y de éxtasis.

Esto produce una liberación de tensiones musculares, en primer lugar, y sigue con la relajación del sistema nervioso central y periférico, lo que beneficia todos los sistemas de intervención fisiológicos del cuerpo humano, a nivel tendinoso, vascular, o linfáticos, por mencionar algunos. 

Durante una sesión de masaje, se pueden liberar multitud de bloqueos, de emociones 'estancadas' en lo profundo de la mente y de las estructuras físicas. En el sub-consciente hay un sin fin de recuerdos y problemas sin resolver, que pueden emerger a la superficie y ser resueltos. He visto personas llorar como niños, estremecerse de placer -antes desconocido por ellos mismos- o gente cambiarles la cara físicamente por la sonrisa que mostraban...

Pero el principal beneficio radica en la capacidad de relajar, estimular o regular el flujo energético del organismo humano, que a través de la bioquimica del cuerpo, va produciendo un profundo equilibrio homeostático, que repercute beneficiosamente en el proceso cognitivo de la mente. Asi logramos una profunda distensión y relajación mental, donde los pensamientos van más despacio o incluso desaparecen del plano consciente, entrando en un estado de consciencia plena del presente, sin la intervención activa de la mente y el flujo incesante de los pensamientos que surgen de ella.

Un masaje de este tipo influye pues en volver a equilibrar todo nuestro ser y produce una sensación real de bienestar, donde el pensamiento es más claro, coherente y lúcido. Donde todo el cuerpo se mueve bio-mecánicamente con más corrección y nos hace ser más conscientes de la estructura corporal. En definitiva, nos acerca a lo que denominamos "Conciencia corporal".

De esta manera, una sesión profunda de masaje bien realizado, produce sin duda un estado de bien-estar muy marcado, que beneficia la salud, tanto física como mental del individuo. Las emociones estarán más calmadas y acordes al momento presente. Nuestra conciencia de las mismas nos hará dueños de nuestros actos, o como mínimo, más coherentes y responsables de los mismos.

ASPECTOS IMPORTANTES EN UNA SESIÓN DE MASAJE SENSITIVO

AMBIENTE - este ha de ser muy agradable a los sentidos físicos, con luz tenue, temperatura agradable y ausencia de ruidos molestos.

HIGIENE - Sin duda que la limpieza del lugar, del masajista y del receptor han de ser cuidadas al máximo, para evitar tensiones innecesarias que hagan sentirse mal o incómodo al receptor. Se recomienda por ello, tomar una ducha antes del masaje y no usar perfumes químicos fuertes ni maquillaje corporal.

ACEITES Y MATERIAL - En lo posible han de utilizarse aceites naturales de mucha calidad, que pueden ser mezclados con algunas esencias para personalizar al máximo la sesión. En ningún caso deben hacerse los masajes con cremas o productos químicos. El aceite ha de estar siempre tibio y no se aplicará sobre la piel directamente si está frío. Se usará en lo posible una mesa- camilla o un futón, dependiendo el tipo de masaje.

INTIMIDAD - este aspecto hay que cuidarlo especialmente, pues puede influir notablemente en el desarrollo de una sesión. Debe haber una confianza plena entre masajista y receptor y esta debe basarse en la seguridad de que existe el secreto profesional basado en el juramento hipocrático.

ROPA - El receptor deberá estar completamente desnudo o bien usar solo la ropa interior de abajo, que deberá ser mínima. En todo momento deberá cubrirse el cuerpo con una toalla limpia. Hay que poder tener acceso a todas las zonas del cuerpo, sin que haya ropa que lo impidan y creen incomodidad. En cualquier caso, se respetará la intimidad del receptor.

REACCIONES - Como he mencionado antes, durante una sesión de masaje de este tipo, especialmente si es de masaje taoísta o tántrico, se pueden producir reacciones emocionales y/o fisiológicas, que en ningún caso deberían ser reprimidas y sí expresadas, pues son manifestaciones normales en estos procesos y que el organismo ha de 'sacar fuera'. En la medida de lo posible, hay que evitar hablar, pues eso impide la relajación de la mente y la percepción corporal correcta. Pero se pueden expresar emociones con gestos, como p.ej.: estrechar la mano del masajista cuando nos sentimos reconfortados o especialmente agradecidos, o moverse cuando el cuerpo lo sienta así. En los casos de excitación tampoco conviene reprimir las sensaciones y manifestarlas libremente. La idea básica es dejarse llevar...

PROCESO - El masaje siempre ha de iniciarse con una toma de contacto, que ha de ser cálido y reconfortante. Esto es la base para un posterior buen resultado. El proceso sigue según la técnica empleada, de menos a mayor intensidad y siempre sin incluir técnicas que puedan producir dolor. Se finaliza siempre con pases suaves neuro-sedantes y un gesto de agradecimiento hacia el receptor, que en mi caso me gusta dar un abrazo...


No dudes en experimentar una sesión de masaje....

Namasté.... Sé feliz!!




jueves, 20 de marzo de 2014

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RAQUEL UCEDA - CENTRO DE BELLEZA

+34 609 90 43 54

San Pedro Alcántara


Si necesitais algún tipo de tratamiento, Raquel es una excelente profesional, que os dejará como nuevos/as.